Cocción de las Nécoras, cómo hacerlas perfectas

Publicado el: 09 de marzo de 2022

Cocción de las Nécoras, cómo hacerlas perfectas

Las nécoras son un crustáceo de color pardo oscuro, con una carne muy fina, sabrosa y con un gran sabor a mar. En Galicia no puede haber fiesta sin marisco y en La Flor de Galicia no puede haber festines sin nécoras.

Durante el mes de noviembre están en un estado de óptimo de consumo, por lo que es sin lugar a dudas un buen momento para comprarlas y disfrutarlas.

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¿Cómo cocer las nécoras?

Sin lugar a duda la mejor manera es hacerlo en agua de mar, ya que de esta manera el agua tiene la cantidad de sal adecuada para su cocción, además de otra serie de minerales, que le darán a las nécoras un genuino sabor.

Método de cocción

  1. Para cocer las nécoras, recomendamos emplear agua de mar pero en caso de que no tengamos la suerte de tener el mar al lado, introduciremos en una olla 70 gramos de sal por cada litro de agua dulce junto con unas hojas de laurel. Debemos introducir en la olla suficiente agua para que cubra las nécoras.
  2. Si las nécoras se encuentran vivas, las introduciremos en la olla mientras el agua está fría, pues así evitaremos que se desprendan las patas durante el proceso de cocción. En caso de que las nécoras estén muertas las introduciremos en el momento que el agua esté hirviendo.
  3. Cuando la olla con agua comience a hervir con las nécoras dentro, esperaremos un total de 7 minutos para retirar el marisco.
  4. Ahora es cuestión de gustos comer las nécoras frías o templadas. Este marisco se suele emplear como entrante y se recomienda poner 2 nécoras cocidas por cada comensal.

Existe otro método para evitar que las nécoras pierdan las patas cuando se encuentran vivas. Tan solo debemos introducirlas en un recipiente con agua dulce a temperatura ambiente para provocar que estas mueran. Una vez hayan muerto, introduciremos este marisco gallego en el momento que el agua esté hirviendo.

Nécoras a la plancha

Se recomienda esta receta para las nécoras vivas. El resultado es muy similar a las nécoras cocidas, pero el sabor es mucho más intenso, la carne queda más blanda y jugosa y al no intervenir el agua, queda cocinada en sus propios líquidos, consiguiendo una pieza de marisco mucho más rica y sabrosa que si se hace cocida. El tiempo de cocción de las nécoras a la plancha es de 16 minutos, aproximadamente.

  1. Lavamos las nécoras bajo el chorro de agua fría, con cuidado de que no nos den un pellizco con sus pinzas, para eliminar restos de algas o impurezas que puedan traer del mercado. Mientras ponemos a calentar la parrilla sin nada de aceite, dejando que se caliente a fuego vivo al menos durante cinco minutos para que esté muy caliente.
  2. Colocamos las nécoras boca arriba y las dejamos que se cocinen durante 8 minutos. Es posible que durante ese tiempo hagan algún movimiento al estar vivas pero no requerirán mayor vigilancia. Si lo deseas, puedes poner un plato encima para aumentar la presión para que se cocinen mejor, pero no es necesario.
  3. Pasados los 8 minutos, damos la vuelta a las nécoras y las cocinamos otros 8 minutos por el otro lado, procurando que las pinzas dejen que se apoye el cuerpo y caparazón en la parrilla para que se cocinen bien. Terminada la cocción, se pueden comer inmediatamente o se pueden enfriar con agua fría.

¿Cómo limpiar las nécoras para comer?

Se debe comenzar retirando el triángulo que tienen las nécoras en su parte inferior, que en las hembras es bastante ancho en su base, y en los machos es bastante estrecho.

Después hay que separar el caparazón que cubre la zona superior del cuerpo de la nécora del resto del cuerpo. El interior del caparazón se puede comer tal cual sale, aunque hay quien le echa unas gotas de vino albariño o ribeiro.

Posteriormente se deben retirar las branquias que estaban ocultas bajo el caparazón que se ha retirado, y que tienen un color entre blanquecino y gris claro. Una vez se haya retirado, trocear el cuerpo en dos mitades y tendremos la nécora lista para comer. Hay que tener cuidado y emplear unas tenazas para trocear las patas.