Cuando hablamos de la gastronomía gallega lo primero que viene a la mente son los exquisitos y muy variados mariscos, y no es de extrañarse puesto que ya sabemos que Galicia goza de una excelente calidad. No podemos olvidarnos de la carne y mucho menos de los grelos, ambos productos muy apreciados que se producen en estas tierras.
Los grelos son una de sus especialidades culinarias más emblemáticas de la región. No es de extrañar que en 2009 se hayan catalogado dentro de los alimentos con indicación geográfica protegida (IGP), el sello de calidad responsable de la producción, comercialización y distribución del producto.
Procedente de plantas de la especie Brassica rapa, los grelos son los brotes tiernos de las hojas del nabo que surgen justo antes de la floración de la planta. Su aspecto es el de un tallo más o menos grueso del que brotan algunas hojas con flores en los extremos, presenta un característico color verde, más bien oscuro, que se va acentuando conforme llega el momento de la floración de la planta.
El cultivo de la hortaliza se realiza de la manera tradicional, que permita el correcto manejo de los suelos, el riego necesario para el desarrollo de la planta así como el control de maleza, plagas y enfermedades. Todo ello con la mínima intervención química para conseguir reducir el impacto medioambiental y garantizar una óptima calidad en el producto.
Poseen un elevado contenido en agua, fibra, minerales y vitaminas, y un bajo contenido en grasa, por lo que los grelos son un alimento altamente beneficioso para nuestra salud. Sin embargo su principal característica es su riqueza en vitamina A, B, C y E, incluso después de ser cocinados, así como de minerales tales como el manganeso, el calcio, el hierro y el potasio.
Por sus niveles de potasio, los grelos son excelentes para controlar la presión arterial y regular el funcionamiento del corazón, evitando así posibles problemas cardiovasculares. Gracias a su contenido en ácido fólico impulsan el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso.
Al igual que otras verduras de hoja verde que refuerzan el sistema inmunitario, los grelos tienen propiedades antioxidantes y desintoxicantes que colaboran en la eliminación de toxinas del cuerpo así como en la prevención del envejecimiento celular prematuro.
Desde tiempos inmemoriales los grelos han formado parte fundamental de la cultura gastronómica gallega, y son protagonistas de numerosos guisos tradicionales. Algunos de los platos más representativos que lo incluyen son el caldo gallego, el cocido y el lacón con grelos, aunque también resulta muy común en muchos hogares consumirlo cocido como acompañamiento de otros alimentos.
Resultan muy sabrosos únicamente escaldados y con un poco de sal, como acompañamiento para sopas o en ensaladas. Pueden incorporarse del mismo modo en otro tipo de platos menos tradicionales como una pizza, un plato de pasta o unas croquetas.
A la hora de elegir los grelos en su punto óptimo debemos prestar atención al verdor de las hojas y que presenten un aspecto brillante, sin manchas amarillas ni flores. Si vemos alguna de estas características quiere decir que estarán demasiado duros para su consumo.
En La Flor de Galicia te estamos esperando para que pruebes los platos típicos que preparamos con grelos. Puedes disfrutar desde el caldo gallego, que va perfecto con este clima, hasta un delicioso revuelto de grelos con langostinos, ¡el favorito de nuestros clientes!
Y como siempre, te invitamos a mirar nuestra carta, te sorprenderás con la variedad de platos que tenemos para ti. ¿Y qué hay de nuestra bodega? Contamos con una selección de los mejores vinos nacionales para acompañar y saborear la cocina gallega en su máximo esplendor Reserva aquí.
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