Los percebes son uno de los mariscos más apreciados en nuestro país. Son un auténtico manjar con un aspecto muy particular y un sabor a mar que conquista cualquier paladar.
Aunque no lo parezca, cocer percebes es muy sencillo, pero tiene unos secretos que son fundamentales para que queden perfectos.
Nosotros los comemos así, sencillamente cocidos. Son uno de los mariscos estrella de la gastronomía gallega, que se localiza en la costa de Galicia. En este artículo, no solo te contaremos cómo es la cocción de los percebes, sino también qué son y cómo se comen, porque también allí hay truco.
El percebe es un crustáceo que crece sobre rocas batidas por el oleaje. Tiene una forma de bastante curiosa: la parte inferior que se fija a la roca se llama pedúnculo, es un cilindro carnoso cubierto por una piel muy resistente de color negro, y es la parte comestible. La parte superior, que se conoce como «uña» por el aspecto que le dan las placas blancas que la recubre, protege al animal de los depredadores.
No es posible criar este tipo de marisco, por lo que se recolectan “salvajes”. Su costo es elevado, debido a la dificultad en la recolección y su calidad es excelente.
Se suelen diferenciar dos tipos de percebe, el de sombra y el de sol. El primero crece en zonas bajas, a menudo inundadas, y tienen un cuerpo corto y alargado. El segundo es el más apreciado porque tienen un cuerpo corto y carnoso. Este crece en zonas soleadas y muy batidas y es conocido como percebe gallego.
Cocer los percebes es muy sencillo. Solo debes seguir los siguientes pasos:
El percebe gallego que utilizamos en La Flor de Galicia procede de Cedeira y las Rías Baixas, lugares que están considerados para mucha gente como la mejor zona para degustar este marisco debido al sabor intenso a mar que poseen.
No te quedes sin probarlos y visitanos.
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